jueves, 23 de febrero de 2012

- Educación a la boloñesa - ¡Marchando!

Hay distintos tipos de palabras. Palabras bienvenidas, y otras que más bien deseas tener lejos. Palabras que te generan confianza. Palabras que te inspiran respeto. Palabras que te hacen sonreír. Palabras que hacen que tu cuerpo se estremezca. Palabras.
Pero, de lo que no cabe duda, es que existen palabras que no te dejan indiferente. Bolonia es una de ellas.

Tanto las ventajas como las peores características del "Plan Bolonia" han sido emitidas y repetidas por miles de labios, ya sean los de sus más ardientes defensores y seguidores como de los que rechazan este método de enseñanza por encima de todo. Sé que no está bien emplear extremos, pero en este caso los hay. Desde que la palabra "Bolonia" comenzó a asomarse timídamente para acabar mirando a los ojos a la educación española, miles de opositores han luchado contra este sistema, a la vez que otros lo han alabado como si de un dios griego se tratara.

Pero, ¿qué es realmente Bolonia?La típica definición de Wikipedia explica este concepto como un nuevo método de enseñanza nacido de un acuerdo entre los ministros de educación de diversos países (la mayoría europeos) en la ciudad italiana de Bolonia.

La definición, todo lo ornamentada que deseemos, puede resultar bastante atractiva. Un nuevo plan de educación. Mmmm... bien, se está innovando en educación.
Pero, ¿cómo se aplica?Aunque seguramente ya lo hayáis leído en 2340 lugares (con este 2341), el Plan Bolonia se caracteriza sobre todo por la participación del alumno, por el feedback entre el profesor y el pupilo. Nada quedaría del tradicional método de enseñanza en la que los jóvenes asistían en clase para escuchar (dormir) ante el discurso a modo de monólogo del profesor. Además, el alumno pasa de "jugarse" todo a una sola carta (los exámenes), a poder recibir una calificación por su trabajo diario, por esa participación de la que hemos hablado y por multitud de tareas que el profesor considere oportuno encomendar al aprendiz.
Por último y a grandes rasgos, el Plan Bolonia propone desarrollar una Universidad "más internacional", favoreciendo los intercambios y la concesión de becas Erasmus, y constituyendo un entorno para el alumno basado en la convergencia de idiomas, culturas y experiencias.

Dicho así, Bolonia parece el antídoto a las eternas y aburridas clases en las que los alumnos son meros oyentes, un sistema arcaico, anticuado y rancio en el que la memorización es la que decide el nivel del estudiante. Con Bolonia, la promesa consiste en una preparación más completa para los alumnos, que serán agentes activos capaces de interpretar la información ofrecida por el profesor y sacarle el máximo partido posible para aplicar los conocimientos al mundo laboral. Sin embargo, el sistema de créditos que Bolonia propone no es ni mucho menos accesible para todo el mundo, pues el precio de dichos créditos se encarece progresivamente. Por otra parte, los principales opositores a este sistema critican una supuesta "mercantilización" de la Universidad pública, que cada vez es menos Universidad y pasa a ser una máquina de multitud de engranajes que trabajan para satisfacer las necesidades del mercado.


Toda esta información puede resultar interesante o no, pero lo que está claro es que en cualquier libro, web, foro o blog podéis encontrarla. 2341 son pocos comparados con los rincones en los que el vocablo "Bolonia" es protagonista. Sin embargo, lo verdaderamente interesante es conocer las consecuencias de la aplicación de este sistema. ¿Cómo es la educación con el Plan Bolonia? ¿Realmente es beneficiosa para el rendimiento de los alumnos? ¿Resulta fácil de aplicar en todas las Universidades? ¿Es cómoda o desgasta más al profesorado?

Miles de preguntan se ciernen sobre nuestras mentes, pero aquellos que experimentan/viven/disfrutan/sufren las características de este método educativo "en sus propias carnes" pueden contestarlas mejor que nadie.


Los estudiantes hablan:

"La tendencia hacia la globalización tarde o temprano tenía que llegar a los estudios, y el resultado es el plan Bolonia.
En mi opinión es bueno por que se fomenta la participación en clase, el esfuerzo diario, y el trabajo en casa, también el discurrir sobre los temas de las asignaturas, alejándonos de la típica clase en la que el profesor habla y los alumnos escuchan. Aunque para mi se tiene demasiado en cuenta la participación, ya que cuenta con un porcentaje muy alto en la nota,( yo he estado a punto de suspender una asignatura por no haber participado en clase teniendo los exámenes aprobados). También me parece bien que se fomenten los intercambios y Erasmus.
Por otro lado no veo bien que se cuente la asistencia, ya que lo que se consigue con esto es infantilizar la universidad. Tampoco estoy de acuerdo con la manera de evaluar, se le da muchísima importancia a las prácticas de clase, teniendo muchas veces el mismo valor que los exámenes. Se supone que estamos en un sistema de evaluación continua pero tenemos un mínimo para hacer media con los demás exámenes, por lo que seguimos jugándonos todo a un examen, ya que si en uno no sacas el mínimo, tienes suspensa esa asignatura por mucho que mejores en los demás exámenes."
Luis Prada, Estudiante de Derecho y ADE (Universidad Rey Juan Carlos, Móstoles)

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"Bolonia es un intento de igualar la educación universitaria a nivel de la UE, un ideal realmente increible y muy loable. Pero la realidad es otra, una sociedad como la española en la que hace relativamente poco la Universidad era un gran priveligio, así como la educación en general no está al nivel de otro países europeos donde esta ha tenido mayor relevancia y un enfoque más certero hacia el humanismo y la ciencia que la española. Todo esto bajo mi criterio, pero para mi Bolonia ha sido como querer avanzar más de lo posible, debido a que para que Bolonia fuera una realidad la educación en todos los niveles debería ser equiparable algo que el informe PISA muestra con bastante claridad. La idea de Bolonia me gusta, la realidad de su aplicación, las implicaciones económicas posteriores y la frivolidad con la que se creyó que España podía dar un salto así no tanto."José David Pérez, Estudiante de Periodismo (Universidad Carlos III, Getafe)

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"Personalmente, estoy en contra del plan Bolonia. En primer lugar, no somos un artículo de la tienda capitalista, donde nos puedan manejar a su antojo y conveniencia. Somos estudiantes y, por tanto venimos a estudiar, y no a que jueguen con nuestro futuro. La educación no es una empresa, es el futuro de una sociedad, debemos invertir en ella y no dejarnos vender al mejor postor para que haga su negocio. Con inversión me refiero a la hora de conceder becas (difíciles de conseguir y mal distribuidas), ingresar fondos para materiales, recursos, etc. Además, creo que no hay ventajas claras en él: nos limitan mucho en los estudios y pretenden intervenir en campos en los que no tienen competencia. Uno de los casos más concretos es en la Prueba de Acceso a la Universidad, donde parece que tienes que jugar con la Prueba Específica para obtener una combinación beneficiosa a fin de entrar en la carrera que deseas.
El Estado y la educación deben tomar caminos distintos, cada uno dentro de su ámbito: son los profesores los que saben que cambios o reformas deben llevarse a cargo para el bienestar de la educación, a fin de cuentas, son ellos los que nos forman y los responsables de potenciar nuestras cualidades de cara a nuestro futuro. El Gobierno debería limitarse a las meras funciones de inversión de fondos, estudio de las solicitaciones de becas, ayudas para los menos afortunados económicamente o para los estudiantes honoríficos…En definitiva, centrarse en lo económico, que para la educación tenemos profesionales perfectamente cualificados y entendidos del tema."


Alejandra, Estudiante de Pedagogía (Universidad Complutense, Madrid)--------------------------------------------------

"Creo que es una buena idea, pero mal aplicada en la práctica, debido a que la implantación se ha hecho muy rápido y con poca planificación por nuestra parte (España). No obstante, todo lo que sea homogeneizar y formar una Europa más fuerte creo que es algo muy positivo, si se hace bien, claro. Y la educación es una parte fundamental de Europa, sobre todo de su futuro. Me gusta en particular la centralización en el alumno, el fomento de su participación y no sólo su papel como un mero oyente, una "esponja" de conocimientos. Generar habilidades y capacidades es más fácil con Bolonia. El precio más alto lo veo justificado, para desincentivar comportamientos ineficientes para todos, como estar 8 años en una Licenciatura, que hay muchos así. Un sitio en la Universidad cuesta alrededor de 6000€, de los cuáles la Administración paga alrededor del 85-90%. Un dinero que nos cuesta a todos y que se derrocha. Todo lo que sea incentivar que se trabaje más (si te atacan al bolsillo) es bueno a medio y largo plazo. Ahora bien, la política de becas está mal planteada y ahora peor, por obligación. Finalmente, un inconveniente que sí que veo es la reducción a 4 años. ¿Cómo se reducen de 5 a 4 años sin aumentar las horas? Por mucho que lo digan pedagogos y políticos, es un "truco" raro que han hecho. La posible solución, el Bachillerato de 3 años. 5 de Carrera + 2 Bach. = 4 de Carrera + 3 Bach. Las mates no fallan!"Aitor Encinar, Estudiante de ADE (Universidad Rey Juan Carlos, Vicálvaro)

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"El Plan Bolonia, como todo, tiene sus pros y sus contras. Por un lado me parece bien que las carreras pasen a ser todas de cuatro años, sin diferencias de diplomaturas y licenciaturas, y la simplificación general de su estructura, así como la unificación de la enseñanza a nivel europeo. En lo que ya discrepo del plan es ese "sacrificio" que requiere el grado: antes tenías la opción de disfrutar más con lo que estabas estudiando, ya que era la profesión que te gustaba y a la que más tiempo y espacio te daban para dedicarle. Ahora, con el feedback constante que implica Bolonia entre profesor y alumno, las prácticas constantes y la implicación máxima conllevan a que un estudiante, por más que ame su carrera, se encuentre sobresaturado de trabajo diario, con poca opción de gozar de aquello que ha querido estudiar. Con esto se maximizará el rendimiento, sí, pero a costa del bienestar del alumno."Elisabet Borikó, Estudiante de Periodismo (Universidad Carlos III, Getafe)

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"El Plan Bolonia es el sueño de todo empresario, un intento más, esta vez exitoso de hacer negocio de la enseñanza.
Con la excusa de "internacionalizacion" y de la convergencia europea, aprovechan para cobrarnos tasas desproporcionada por una educación que, para empezar, debería ser completamente gratuita.
Se llenan la boca con estas bonita palabras, y mientras elitizan la enseñanza superior, dejando a las clases bajas lejos del alcance de una educación de calidad. Su arma más poderosa en esto son los nuevos Master, al alcance solo de quien pueda pagarlos, constituyen la única opción de acceder al mercado laboral, ya que la enseñanza impartida en el grado, esta centrada en un contenido meramente "general", destinando la especialización y las habilidades realmente útiles a las enseñanzas posteriores (Master y Doctorado).
Así una vez más, la educación es controlada por la clase dirigente, y solo una élite de personas afortunadas o, en su defecto, con dinero podrán disfrutar del futuro y la dignidad que todo el mundo merece por derecho."
Jorge Herrador, Estudiante de Derecho y ADE (Universidad Carlos III, Getafe)

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"Bolonia fue un mal plan desde el principio. Quizá no por su estructura ni sus pretensiones, pero sí por los recursos que consume. Queda visto que en diversos países europeos es una medida de educación que triunfa, ya que es más personalizada y el alumno logra comprender la asignatura que cursa en su totalidad. Pero en España esta medida ha sido implantada cuando no estábamos preparados para ellos. No tenemos ni recursos ni dinero suficientes como para costearnos esta medida, además de los valores que tienen los jóvenes españoles de la educación. No podíamos (ni podemos) permitirnos el lujo de poner clases de 40 alumnos en las universidades, ni de pagar más profesores ni de convertir a los estudiantes en niños de primaria que hacen deberes como monos amaestrados, sencillamente porque nuestros valores (y financiación obviamente) son diferentes a otros países europeos. Intenten convencer a cualquier universitario de que estudiar no es su derecho, es su privilegio. Un joven universitario español paga de media un 10% de su educación, y sólo de ese presupuesto queremos sacar todo un plan que abarque a todas las universidades españolas, y eso da como resultado algo que estoy viviendo en mis propias carnes: aulas abarrotadas, profesores incapaces de dar clase, suplencias que no se cumplen.... Señores, un poquito de seriedad a la hora de equipararnos con países más a la alza que nosotros, por favor y gracias."Elena Fernández, Estudiante de Periodismo (Universidad Rey Juan Carlos, Fuenlabrada)------------------------------------------------------------------

"Creo que el Plan Bolonia puede tener tanto su lado positivo como negativo. Realmente es un método con el que hay que trabajar mucho mas duro, tiene determinadas medidas incoherentes e ilogicas, como el hecho de tener que participar en clase para poder aprobar una asignatura, la excesiva preocupacion y, en ocasiones, falta de libertad a la que se somete a los alumnos con la asistencia a clase, y el exceso de trabajo diario obligatorio. En cambio, por otro lado ese trabajo es el que hace que el alumno practique diariamente y así tenga mas facilidades a la hora de aprobar, no dejando que su nota dependa unicamente de un examen final. Ademas, con Bolonia aumentan las posibilidades de trabajo en el extranjero, ya que es un modelo establecido a nivel de toda Europa, por lo que en un futuro podría beneficiarnos. Por tanto, creo que este modelo puede ser de alguna manera beneficioso para nosotros, pero pienso que habria aspectos y medidas que se tendrian que modificar. El año que viene cuando empiece la universidad ya se verá cómo marcha este plan, y veremos si mi opinion al respecto sigue siendo la misma..."Jorge Abad, Estudiante de 2º de Bachillerato de Sociales (Futuro universitario).

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Como habréis podido comprobar, opiniones hay de todos los gustos y colores. Hay estudiantes "boloñeses" que están bastante contentos con este método aplicado a sus estudios, mientras que otros opinan que sería mejor sustituirlo por otro o al menos cambair bastantes aspectos. Otros se sitúan en una posición más amplia y equilibran sus ventajas e inconvenientes, coincidiendo en que Bolonia como proyecto resulta bastante atractivo, pero su puesta en escena presenta bastantes dificultades y problemas que es necesario paliar.
Sea como sea, de momento es el sistema que rige la educación española, por lo que debemos intentar sacarle el mayor provecho posible pero sin olvidar propuestas de calidad para que mejore y se adapte a nuestras necesidades.

Yo opino, ellos opinan... ¿Y tú?

¿Tú qué opinas?




Firmado: Lidia.










viernes, 17 de febrero de 2012

Periodísticamente hablando

Día 17 de febrero de 2012. Además de ser el cumpleaños de una buena amiga mía, es el día en el que empiezo a escribir en mi blog y, como creo que debe hacerse, me presentaré y os explicaré por qué nació en mi cerebro la idea de crearme un blog.

Como ya pone en mi perfil, me llamo Lidia Baños y estudio la carrera que, a mi parecer, es la más entregada y especial de todas. Aunque supongo que todo el mundo ama lo que estudia (o quizá no). En mi caso, me preparo para ser periodista. ¿Qué tipo de periodista? Todavía tiene que pasar un tiempo para aprender y ordenar mis ideas, pero lo cierto es que soy una enamorada de la concepción romántica del periodismo. Puede que pocos crean en ello, pero yo sí. Si hay una palabra que me defina es optimista, y por mucho que me hayan repetido cientos, miles y millones de veces que ".. el periodismo no tiene salidas, la cosa está muy mal", me encaminé a esta aventura. Para qué mentir, ¡todo está mal! Estamos inmersos en una crisis mundial que en mi país, España, se traduce en abismales cifras de paro. Pero no por ello hay que ser temerosos. No por ello hay que rendirse. Simplemente hay que luchar por lo que sueñas. Y eso es lo que intento hacer día tras día.

Pero, ¿y la idea de hacerse un blog? Vivimos en la era de Internet, de las TIC y de las redes sociales. Por mucho que lo nieguen algunos anticuados y refunfuñones reacios a los cambios y a leer una pantalla en vez de un papel, es necesario adaptarse a esta nueva etapa de la Humanidad. Por esta razón, no encontré mejor manera que esta para expresarme y transmitir a todo aquel que quiera dedicar su precioso tiempo a leerme. Soy ambiciosa a la par que soñadora pero, sobre todo, adoro escribir. Adoro hablar y escribir. Me gusta expresarme, informarme, aprender, disentir, debatir. Y me encanta conocer a gente similar a mí. Pero todavía más a personas dispares a mi personalidad pues, mi apetito de conocimiento es insaciable.

¿Firmado: Lidia? Realmente barajaba varios nombres para el blog, pero este resultó ser el elegido. La explicación reside, una vez más, en mis sueños. Uno de mis sueños (que ojalá se cumpla alguna vez) es escribir en un periódico y que mi nombre aparezca bajo la noticia, entrevista, reportaje o artículo de opinión. Y, ¿por qué no empezar aquí?

Sin embargo, mi objetivo no es ser un canal, un medio. Creo que las personas que identifican a un periodista como un simple canal se equivocan. Puede que lo diga parezca paradójico, pero me explico: en mi opinión, un periodista no debe limitarse a ser un transmisor de información, pues información la hay a montones. De hecho, vivimos rodeados de sobreinformación, de gigantescas cantidades de datos que en ocasiones nos abruman y desorientan, impidiéndonos entender lo verdaderamente importante. Por ello, creo que un periodista no debe limitarse a transmitir información a la sociedad, sino que debe implicarse, debe hacer un esfuerzo por entender y sacar conclusiones de la información y ofrecer al público una interpretación de calidad. Los periodistas estamos al servicio de la sociedad y es nuestro deber hacerles la vida más fácil y cómoda, ayudando así a constituir una democracia transparente y con una esfera pública en la que todos nos impliquemos para conocer los problemas que nos competen e intentar resolvernos de la mejor manera posible.

Intentaré escribir de forma frecuente, ofreciendo mi opinión sobre temas de actualidad y asuntos de interés público. Pero sobre todo, intentaré escribir de una forma cercana y real, porque a veces no importa tanto lo que se dice, sino cómo se dice.
Y es que, ya lo decía McLuhan tiempo atrás: "El medio es el mensaje".

Firmado: Lidia.