sábado, 29 de diciembre de 2012

2012, el final que no llegó.

El mes de diciembre está a punto de perecer y, con él, el año 2012. Mucho tiempo atrás, nos imaginábamos 2012 como un año plagado de tsunamis, terremotos y lluvias de meteoritos que coronarían el fin del mundo predicho por los mayas. Puede que esta creencia recogida por la industria hollywoodiense no diste tanto de la realidad, pues las terribles imágenes del huracán Sandy nos robaron el sueño durante un tiempo. Aun así, a pesar de las terroríficas cadenas de Whats App que amenazaban con una Apocalipsis terrible si el mensaje no se pasaba a 20 contactos, seguimos vivos. 2012 se acaba, sí, pero no el mundo. Y a pesar de las desgracias que pueblan el planeta, es algo bueno, ¿no?

Si ponemos a trabajar un poco a la memoria, podemos recordar los hechos más destacados de este año que se va; hechos que han ocupado las primeras planas de los periódicos y que han sido Trending Topic en esta sociedad 2.0 en la que vivimos. Desde la guerra civil de Siria hasta las protestas contra Putin en Rusia protagonizadas por el grupo punk y feminista "Pussy Riot"; desde la victoria de Obama en las elecciones de EEUU como de Hollande en las francesas; desde tiroteos y matanzas como la de Toulouse (Francia) o la de Newtown (EEUU) hasta el premio Nobel de la Paz a la Unión Europea. En definitiva, una serie de hechos que han marcado el temido año 2012.

No obstante, España ha sido también protagonista, aunque no sabemos si para bien o para mal. Jamás las calles españolas habían sido surcadas por tantos manifestantes. El debate (y la puesta en escena) sobre la privatización de la Sanidad y Educación han sacado a la calle tanto a profesionales de esos ámbitos como al ciudadano de a pie. La brutal represión policial como también las violentas técnicas de piquetes han ocupado portadas tanto de medios nacionales como internacionales. Precisamente el debate sobre la independencia catalana o los escándalos protagonizados por la Casa Real y nuestro rey han servido para camuflar estos problemas económicos y sociales que tanto nos preocupan. Los ERE también han sido muy frecuentes, sobre todo en el ámbito periodístico, cada vez más asfixiado por la crisis. Y los desahucios y suicidios como causas de estos también nos han horrorizado. En definitiva, un año demoledor, un año que nos ha desgastado más y que ha llevado a la pobreza a los que antes pertenecían a la clase media. Un año que ha truncado las expectativas y planes de futuro de los jóvenes españoles, líderes de una fuga de cerebros sin precedentes (o quizá sí... este país es experto en exportar lo bueno). Un año que nos ha sumido en el pesimismo y en un hoyo desde el que apenas vislumbramos una luz.

Pero... ¡un momento! Este año se acaba, y quizá con él sus penurias. Y si no es así, la solución no es hundirse en la desesperación, sino precisamente plantar cara a los problemas y luchar para que 2013 (que ya se asoma y nos saluda tímidamente) sea un año mejor. Al fin y al cabo... ¡no todo es malo! Es cierto que la pobreza ha crispado nuestro ánimo, pero precisamente esta pobreza ha sacado el lado más solidario de la gente. Está claro que se puede hacer mucho más para ayudar a los más necesitados, pero no siempre tenemos que ver el vaso medio vacío. Eventos benéficos, trasplantes de órganos (en España somos los líderes), recogida de alimentos y de juguetes... Todo son buenas ideas para ayudar. Además, parece que el estómago vacío hace que ejercitemos más nuestro cerebro, pues cada vez hay más emprendedores que apuestan por crear su propia empresa, innovando y aportando algo a la sociedad. Además... somos campeones de Europa (otra vez). Bueno, vale, quizá eso no nos vaya a proporcionar un plato caliente o una educación igualitaria y accesible, pero también nos ha dado una alegría y nos ha hecho desconectar, ¿no?

Y a nivel personal... la felicidad atrae a más felicidad. Sí, ahora que se acaba el año, deberíamos hacer un balance. Deberíamos enumerar los malos ratos que hemos pasado y los errores que hemos cometido, pero en vez de caer en la tristeza, hemos de aprender de ellos y evitarlos. También tenemos que recordar los buenos momentos que nos ha brindado 2012, recordando a las personas que han estado a nuestro lado y que nos han alegrado la vida un poco más. Tenemos que tener la voluntad de cambiar, de ser fuertes y superar las adversidades, de ser más listos que el hambre (y que la crisis) y de intentar ser un poco más generosos y un poco menos cascarrabias. Lo que te depare 2013 depende de ti.


Nos vemos pronto, sed felices.

 ¡Hasta el año que viene!






Firmado: Lidia.

jueves, 27 de septiembre de 2012

Las dos Españas.

Al leer el título, muchos pensaréis que hago referencia a las dos Españas de la fatídica Guerra Civil española. No obstante... no es el caso. Hago referencia a un tema muy actual y a la vez protagonista del pasado. Hago referencia a algo que nos afecta y que se podría haber evitado.

Este es el tercer post indignación que hago en el blog. ¿Por qué? Porque en este último año, España ha atravesado situaciones realmente dramáticas, situaciones que veía hace unos años en la tele de otros países y que jamás pensé que se darían en mi país.

Hace apenas tres días, tuvo lugar la concentración del 25-S en la que los ciudadanos se manifestaron en pleno Madrid para mostrar su desacuerdo con las decisiones del Gobierno, su descontento por la dura situación que atraviesa España y, en definitiva, para hacer uso de su derecho de libertad de expresión (art. 20. 1). Una manifestación no es algo raro en un país desarrollado como el nuestro, ¿verdad? Pues parece que no todos entienden lo mismo, pues los ciudadanos que estaban manifestándose pacíficamente fueron brutalmente agredidos por la Policía sin causa alguna. Sí que es cierto que siempre hay algunos grupos de personas violentas que aparecen en estas manifestaciones obligando al cuerpo policial a actuar, pero no deben pagar justos por pegadores. Y os puedo asegurar que jamás me ha impactado tanto algo como la brutalidad con la que los policías arrastraban por el suelo a mujeres y ancianos, propinaban golpes con sus porras y hacían sangrar a jóvenes. ¿Esto en una democracia en pleno siglo XXI? Impensable, ¿verdad?

Y precisamente de siglos va la cosa. Como si hubiéramos inventando ya la máquina del tiempo, parece que los españoles hemos viajado al siglo XVII. Sí, el siglo de los Austrias Menores, reyes incompetentes que no se preocupaban de su país. Sí, el siglo de la decadencia de España, de la miseria, de la pobreza, de la crisis. Sí, el siglo del aislamiento cultural, del retroceso, del atraso. Sí, el siglo de nacionalismos empeñados en separar el país. Sí, el siglo de la vergüenza de España. Sí, el siglo que estamos reviviendo en pleno 2012.

A título personal, he de decir que siempre he amado mi país. Siempre he estado orgullosa de vivir en España, un lugar donde quería estudiar, trabajar, formar mi vida y tener hijos con un futuro garantizado. Pero hoy en día veo truncadas todas esas expectativas. Y no solo eso: el orgullo hacia mi país se ve cada vez más dañado debido a las actuaciones de políticos lejanos a los ciudadanos (los Austrias Menores futuristas), a la crisis (paro que sigue disparándose y una vida demasiado cara para los ciudadanos), del atraso de la cultura (produciéndose, de nuevo, una fuga de cerebros al resto de Europa y del mundo) y de nacionalismos (a causa del reciente empeño de Mas por conseguir la independencia catalana en estos duros momentos). En definitiva, una etapa de vergüenza que me recuerda al siglo XVII del que tanto hemos hablado en Historia, por ejemplo. Y precisamente mis profesores siempre me han dicho que la Historia es fundamental para comprender el presente y para garantizar el futuro. Entonces, ¿por qué estamos cometiendo los mismos errores que en el siglo XVII? ¿Por qué España se desmorona y parece que no podemos hacer nada para evitarlo? ¿Por qué cada día esta sensación de impotencia y disgusto hacia el panorama aumenta?

Son muchas preguntas que ahora mismo no soy capaz de responder. Lo que sí sé a ciencia cierta es que las dos Españas cada vez se asemejan más, y que la actual cada vez está más cerca de la oscura España del XVII. Y ante esta situación tan pesimista solo me queda decir que quizá los mayas no iban tan desencaminados y el mundo perece en diciembre de 2012. Sea como sea, lo que sí perece es la civilización, dando paso a una barbarie que consume nuestro país día a día, gota a gota.

jueves, 30 de agosto de 2012

Bullying: una pesadilla evitable.

Cuando el verano comienza a morir, los grandes centros comerciales ya nos "deleitan" con los spots de la vuelta al cole. Las aulas (ya sea de colegios, institutos o universidades) están a punto de dar la bienvenida a miles de alumnos dispuestos a aprender (o a hablar con el compañero). 
Sea como sea, queda realmente poco para volver a la rutina escolar.

A la vida del estudiante se asocian muchas palabras (deberes, compañeros, exámenes, recreo, apuntes, profesores...), pero hay una que nunca debe relacionarse con él: BULLYING.


Y antes de nada... ¿qué es el bullying? 
Pues en resumen, el maltrato entre compañeros, el acoso a un estudiante. Aunque, en mis palabras, yo lo llamaría "hacerle la vida imposible a alguien", pues realmente me parece una práctica abominable. Y es que el bullying no solo comprende el maltrato físico (como las palizas), sino también el verbal (insultos, motes...) y el psicológico (excluir a alguien, hacerle sentir un marginado). 



     Photography by trix0r.

¿Cuáles son las consecuencias del acoso escolar?
Como ya he dicho: arruinar la vida a alguien.
Y es que el bullying suele producirse entre niños y, más aún, entre adolescentes. Y ya sabemos que la pubertad y la adolescencia son etapas realmente complicadas para toda persona, y las experiencias durante ellas pueden marcarnos de por vida.
El bullying puede producir en la persona que lo sufre inseguridad, tristeza y todo tipo de trastornos físicos y psicológicos como anorexia, bulimia, bipolaridad. Y por desgracia, puede desembocar en un final tan dramático como el suicidio. ¡¡El suicidio!! Imaginad lo horrible que tiene que ser esta práctica que puede conseguir que una persona desee acabar con su vida. Nadie se merece sufrir bullying jamás. Nadie merece temer salir a la calle, odiarse a sí mismo o ver la escuela como una pesadilla. Nadie.

¿Quiénes son los culpables?
Muy sencillo. Los culpables son tanto los que hacen bullying a alguien como los que son cómplices de ello. Y ser cómplice es reír las "gracias" a quien ejerce esta horrible práctica o ver como un compañero lo sufre y no hacer nada al respecto.
Insisto: NADIE merece sufrirlo. Ninguna persona es mejor o peor que otra, y si alguien no nos cae demasiado bien en clase, simplemente respetémoslo. Sin más. No tenemos ningún derecho a hacer sentir mal a alguien.

Y además, cada persona es un mundo y a veces tendríamos que hacer el esfuerzo de ponernos en su lugar e intentar conocerla antes de juzgar. Puede que ese chico de clase sea tan "rarito" porque no tenga una vida precisamente fácil. ¿Y nosotros vamos a ponérsela más difícil? No, definitivamente no.

En caso de bullying, ¿cómo reaccionar?
Tanto si lo sufrimos como si conocemos a alguien que lo sufre, debemos actuar.

Si alguna vez alguien nos ofende o nos acosa de alguna forma, ni tenemos que entrar en el juego, ni tenemos que hundirnos ni sentirnos mal. Tenemos que ser valientes y denunciarlo, explicar a alguien (familia, amigos, profesores...) lo que sucede. La confianza es el mejor arma, y si no estamos solos podremos escapar del bullying. Piensa que si te hacen bullying los que tienen que sentirse mal y avergonzarse son ellos, no tú. Por esa razón, no tengas ningún miedo en contar tu problema a tus seres queridos para acabar con él cuanto antes.

¿Y qué sucede si conocemos casos de bullying en nuestro entorno? Sin duda, también debemos denunciarlo. Tenemos que esforzarnos por integrar a esa persona, por hacerla sentir bien, acompañada y querida. Y por supuesto, también tenemos que hablar con profesores u otras personas que puedan ayudar al joven acosado. Pero, ¿permanecer en silencio? Nunca. Estaremos contribuyendo a que una persona sufra y no tenga ganas de vivir.



Nadie está libre.

Nadie está libre de sufrir bullying, y por ello debemos luchar todavía más intensamente para erradicarlo. Muchísimas personas han sido víctimas de él, pero han conseguido superarlo y triunfar en la vida. Personas como cantantes o actores que hoy en día son queridas por millones de fans. Personas que un día conocieron la maldad humana de primera mano.
¿Algunos ejemplos?
Lady Gaga, una de las personas con más followers en Twitter y con más éxito del momento.
Justin Bieber, con toda una legión de fans (las believers) detrás.
Tom Cruise, acosado en su juventud por ser disléxico y bajito. Actualmente es un mítico actor de Hollywood.
Robert Pattison, la estrella de la saga "Crepúsculo" fue víctima de burlas en la escuela por querer ser actor. Y mirad hasta dónde ha llegado hoy...
Rihanna, una cantante capaz de vender millones de discos y de superar el acoso que sufrió de niña.
Y además de estos, otras estrellas como Miley Cyrus, Christina Aguilera, Eva Longoria, Demi Lovato o Jessie J.


Y como despedida, os dejo dos vídeos que ilustran muy bien el tema del bullying.

1- La cantante Lady Gaga desnuda su alma en esta entrevista (subtitulada al español). Sus "amigos" le acosaban y se reían de ella, y hubo un suceso que la dejó marcada de por vida. Descúbrelo:



2
- La música y las imágenes pueden expresar muchas cosas y, cuando se unen, mucho más. La cantante Pink muestra su rechazo al bullying con esta canción y este videoclip. Muy recomendado:




¿Os unís a la lucha? :)




P.D: Si queréis podéis participar en la encuesta sobre Bullying. Es anónima y ayudaréis a saber un poco más sobre este tema tan duro (y quizá más gente ha sufrido bullying de lo que creéis).




jueves, 23 de agosto de 2012

Journalism Quotes


El propio título lo dice, este post recoge una pequeña recopilación de frases sobre periodismo y prensa que pueden inspirar tanto a periodistas como a cualquier persona. :)


- “El periodismo o es libre o es una farsa“. Rodolfo Walsh

-”Para ejecer el periodismo, ante todo, hay que ser buenos seres humanos. Las malas personas no pueden ser buenos periodistas. Si se es una buena persona, sus intenciones, su fe, sus intereses, sus dificultades, sus tragedias“. Ryszard Kapuscinski

-“El periodismo es la protección entre la gente y cualquier clase de regla totalitaria. Es por eso que mi héroe, obviamente dañado, es periodista“. Andrew Vachss

-“No escribas como periodista lo que no puedas sostener como hombre“. Francisco Zarco

-"Una prensa libre puede ser buena o mala, pero sin libertad, la prensa nunca será otra cosa que mala." Albert Camus.

-"Un buen periódico es una nación hablándose a sí misma." Arthur Miller.

-"La libertad de la prensa es esencial a un estado libre." William Blackstone.

-"Siempre es mejor hacer las noticias que leerlas". Winston Churchill.

-"Habiendo fracasado en todos los oficios, decidí hacerme periodista". Mark Twain.

-"Un texto es un picnic en el que el periodista lleva las palabras y el lector los sentidos". Todorov Tristan.

-"El periodismo es grande. Cada periodista ¿no es un regulador del mundo, si lo persuade?" Thomas Carlyle.

 -"Cuando uno termina de escribir, se siente tan vacío (y a la vez tan lleno) como cuando ha hecho el amor con alguien a quien ama". Ernest Hemingway.

-"Ser periodista no es una vocación, es una misión". Ryszard Kapuscinski.

-“El periodismo es una maravillosa escuela de la vida“. Alejo Carpentier.


Y, mi favorita...

"EL PERIODISMO ES EL MEJOR OFICIO DEL MUNDO"
Gabriel García Márquez.



                                            Fotografía de Jon S.






miércoles, 11 de julio de 2012

Políticos y falsas promesas.

No me gusta tener que hacerlo pero... estoy escribiendo un post express indignación.
Sí, o dicho en otras palabras: tengo que escribir porque si no reviento. Y, como siempre, escribo este tipo de post instántaneo y breve debido a la situación política (y, en consecuencia, social) de España.

La palabra "recorte" es Trendin Topic en nuestras mentes desde que comenzó el gobierno del Partido Popular dirigido por el señor Mariano Rajoy Brey. Recortes (disfrazados con el eufemismo "ajustes") que se dirigen a paliar los problemas económicos que sufre España y que sufren, de forma directa, los ciudadanos.
Es simple: los bancos y la especulación han generado una crisis que ha de ser pagada por el pueblo.
Ojalá no tuviera que sostener esta afirmación, pero es así. Los políticos nos piden paciencia, sometiéndonos a multitud de sacrificios que supuestamente acabarán con la crisis y traerán la bonanza económica. Sin embargo, yo les pido claridad y transparencia, y esfuerzo por parte de todos.

Claridad y transparencia: Que nos comuniquen a los ciudadanos todas las decisiones que se toman en el ámbito público para que podamos analizarlas, disentir, debatir y elegir la mejor solución a los problemas que nos competen a TODOS. Además, pido que no se hagan falsas promesas (muy típicas de las campañas electorales) que engañen a ciudadanos desgastados por la crisis para conseguir votos. La verdad desde el principio y las decisiones contando con la aprobación de la sociedad. Es lo propio de una democracia, ¿no?

Esfuerzo por parte de todos: Los políticos (¡qué buenos ellos!) quieren lo mejor para nosotros y que acabe la crisis. Sin embargo, siguen mintiendo, fallando a sus promesas, ridiculizando a España internacionalmente y destruyendo el estado de bienestar. Nos piden esfuerzo y sacrificios (subida del IVA del 18% al 21%, subida de las tasas universitarias, recortes salariales, disminución de becas, despidos, y muchísimos recortes más), pero... ¿ellos se sacrifican? Porque lo cierto es que en una democracia no existen jerarquías y todos hemos de contribuir por igual al sostenimiento del país. Si están bajando sueldos, que empiecen reduciendo los suyos y acabando con esas desorbitadas pensiones vitalicias de las que disfrutan. Si recortan de Educación y Sanidad (los pilares del ESTADO DE BIENESTAR), que recorten del gasto en sus coches oficiales, catering, vestuario y maquillaje, etc. Esfuerzo equitativo, por favor.


En definitiva, pido políticos más comprometidos y que no degraden los derechos de unos ciudadanos NO culpables de una crisis. Los intereses de los bancos jamás deben prevalecer sobre los sociales, es algo que debemos tener claro (ellos parece que no lo saben bien).

Y como ciudadanos democráticos que somos, no debemos resignarnos, si no pedir esto y MUCHO MÁS.

Adiós a inútiles políticos y falsas promesas que se lleva el triunfo electoral...

miércoles, 13 de junio de 2012

Un día en la radio: "Que me cuentas FM".

El pasado martes 12 de junio estuve por primera vez "on the air". Sí, estuve en la radio, concretamente en la emisora mostoleña Que me cuentas FM.

Alberto, el director, fue muy amable desde el principio, haciéndome sentir muy cómoda durante la entrevista y dejando atrás los nervios. Así lo hizo también Natalia, que contó muchas noticias interesantes, y el resto de compañeros que fueron llegando más tarde.

Estuve hablando de lectura y escritura, pero también de Periodismo y de los proyectos periodísticos en los que participo (revista "Be Yourself") y participaré ("Objetivo Periodismo"). Además de charlar sobre estos temas y sobre el mundo de los blogs, tuvimos tiempo para reírnos y enorgullecernos de pertenecer al mundo friki de la literatura ("Harry Potter", "El señor de los anillos", etc.).

Y habiendo hablado sobre todo esto durante la emisión, no podía hacer menos que plasmar mi experiencia en uno de los blogs sobre los que hablamos. Sí, este blog. Lo cierto es que la radio es un ámbito muy interesante y espero volver a repetir la experiencia muy pronto.

Por último, me gustaría recomendaros esta fantástica emisora paisana mía (y de Iker Casillas ;D) de la que es fan hasta el acalde de Móstoles. El horario de emisión lo tenéis en su web ( http://www.quemecuentasfm.com/ ) además de otras muchas sorpresas. Espero que les vaya muy bien y tengan cada vez más éxito, se lo merecen.

Con ganas e ilusión, ¡todo es posible!

                                                                     ¡En antena!

                                                   Con Alberto y Natalia de QMC FM.   

lunes, 4 de junio de 2012

Trucos para aprobar SELECTIVIDAD.

Selectividad. PAU. Varias formas de denominar lo que para muchos es una tortura. Después de un 2º de bachillerato agotador en el que han intentado condensar la materia de años en apenas unos meses y en el que hemos dejado de tener vida social tal como la conocíamos, toca la recta final, empollar como si no hubiera mañana para hacer los exámenes de nuestra vida en apenas ¡3 días! Unos días de nerviosismo y de Redbull en los que nos jugamos, básicamente, nuestro futuro.
Pero, ¡no temáis! Hay demasiados mitos sobre Selectividad, creedme: no es tan difícil como la pintan.
Lo peor es 2º de bachillerato, curso agobiante por antonomasia, Selectividad se aprueba sin problemas. Y si no te lo crees, sigue los pequeños consejos que te daré a continuación y haz la prueba ;)



PRE-SELECTIVIDAD.
Sí, es decir, hoy. No estáis nerviosos, ¿no? Bah, qué va... bueno, puede que un poco. Pues ¡fuera nervios! Ahí van unos pasos imprescindibles antes de los exámenes que harán que triunféis:

1) El día antes NO se estudia: Puede sonar un poco heavy, pero hacedme caso. Como mucho podéis repasar un poquito, pero lo que no hayáis hecho ya, no se os va a quedar hoy. Después de un pequeño repaso, toca pasar una tarde tranquila, bien dando una vuelta, jugando al Call of Duty o viendo vuestra serie favorita. Una mente despejada es una mente triunfadora, os lo aseguro.

2) En el material... ¡que no os pille el toro!: Sí, básicamente que no os dejéis el estuche sin hacer hasta el último minuto. Aseguraos que vuestro boli pinta (ya sabéis que los BIC son mágicos en esto) y llevad otro de respuesto. Lo mismo os digo con el tippex, pues en los exámenes no podréis andar pidiéndolos. ¡Ah! Y recordar la calculadora, la regla, el compás, DNI y toooodo lo que necesitéis. ¡Ah! Y llevad RELOJ. Si lo dejáis hecho hoy, mañana no os pondréis nerviosos por estos pequeños detalles.
3) Nada de trasnochar: Si no queréis que la Universidad al día siguiente parezca una escena de The Walking Dead, ¡acostaos pronto! Tampoco como para ver los Lunnis, pero descansad, en serio. Charlar un poco con vuestros amigos por Tuenti y demás (NO de Selectividad, sino de otros temas, o en todo caso para animaros y deciros lo bien que os va a salir), escuchad vuestra canción favorita o leed un rato (y no valen los apuntes, listillos). Después, a dormir y a levantarse como una rosa.



LLEGA EL DÍA...

Os despertáis y... ¡es el día de Selectivdad! No os agobiéis, seguid estos tips:

1) Desayunad como el primo de Zumosol: No es cuestión de hacer un desayuno americano con bacon y huevos, pero tampoco saltarse la comida más importante del día. Tenéis que tener fuerzas, así que desayunad bien y sentados, nada de tomarse un Actimel express e irse, ¿eh?

2) Ante todo, antelación: Es mejor llegar pronto y esperar allí un tiempo (que estaréis con vuestros compañeros) que apurar hasta el último minuto, pues puede haber caravana, fastidiarse el Metro, etc. Además, el profesor/a que os acompañe os lo agradecerá, pues así podrá poner todo en orden, informaros y repartir las pegatinas con más facilidad (que por cierto, pueden estar defectuosas, por lo que yendo con tiempo esos errores se solucionan en cuestión de segundos).

3) Antes del examen NO se estudia: Yo si fuera vosotros ni me llevaría los apuntes, pero sé que no podréis resistir esa tentación. Sin embargo, no os aconsejo estar repasando hasta que os llamen. Eso os pondrá más nerviosos, os hará pensar "Uy, esto no me lo sé; Como esto entre estoy perdido; ¿Por qué lo tenemos diferente?;..." y eso no es bueno. Además, lo último que os hayáis leído será lo que pongáis en el examen, venga a cuento o no. Ya sabéis, a charlar con los amigos y a despejarse.

4) OPTIMISMO: Y en mayúsculas, sí. Durante todos estos días, mucho optimismo. Nada de morirse de los nervios o de derrumbarse porque no nos lo sabemos todo. Tenéis que creer en vosotros y pensar que aprobaréis sin problemas. Creedme, ir tranquilos y seguros de vosotros mismos es más importante que saberse de pe a pa la materia. De hecho, este consejo es el más personal e importante que os puedo dar.

DURANTE LOS EXÁMENES:
1) La cabeza fría:
No os asustéis al ver el semblante serio de algunos profesores o las inmesas aulas de la Universidad. Seguid todas las instrucciones que os den, escuchad todo lo que os digan y empezad el examen cuando os lo manden. Cero nervios, pues sino podéis cometer errores como colocar vuestra pegatina mal, degradar la hoja del examen, etc.

2) Un pequeño esquema: Vale, es cierto que hay mucha materia y muy poco tiempo, pero no empecéis a escribir como posesos. Lo primero, leed bien las preguntas, pues a veces contestamos mal porque no sabemos qué nos preguntan. Y ante cualquier duda de enunciados, preguntad a los profesores, no perdéis nada (sin ser pesados, claro). Algo muy recomendable es haceros en sucio un pequeño esquema (en la hoja de preguntas, por ejemplo) para ordenar vuestras ideas. El contenido lo tenéis en la cabeza, pero para no poner de más o de menos, o cosas que no vengan a cuento, es mejor perder un par de minutos en pensar en qué queréis escribir. Si no, podéis cometer el error de olvidaros cosas importantes y añadirlas al final, algo que denota una falta de organización. Esto es muy recomendable para asignaturas de gran desarrollo como Historia, Literatura, Biología, Geografía, etc.

3) Buena presentación: Ya os lo habrán dicho mil veces, pero persisto: hacedle fácil la lectura del examen al corrector. Tampoco es necesario escribir como hacían los monjes en los códices, pero no abuséis del tippex, intentad hacer una letra clara y legible (nada de letras diminutas, ¿eh?), destacad los títulos y apartados y dejad margen y espacios.

4) Relacionad: Que se note que sabéis. Aunque os pregunten un tema concreto, siempre que venga a cuento podéis incluir otras cosas que os sepáis. La relación entre temas se valora mucho, pues demuestra que no habéis estudiado de memorieta, sino que controláis la asignatura y la comprendéis.

5) Buena expresión: Doy por hecho que tenéis claro que las faltas de otrografía se pagan caro y que andaréis con ojos, pero prestad también atención a la expresión. No escribáis frases super complicadas, sino simples y claras. No repitáis términos, sino que podéis utilizar sinónimos. Utilizad un léxico amplio y rico, que se vea que tenéis vocabulario.

6) Picardía: Sí, eso mismo. Como os he dicho, contad todo lo que sepáis, siempre sabiendo resumir y condensar, pues no hay mucho tiempo. Pero además, algo muy valorado es que relacionéis la materia con cosas que aparentemente no vienen a cuento pero que pueden gustar mucho al corrector. Por ejemplo, si en Literatura os preguntan por el teatro de la posguerra, poned algo de la actualidad. Sí, sí, como lo leéis, citad (si os lo sabéis) a algún dramaturgo actual o decid en una línea el gran éxito de los musicales. Eso demostrará que sois personas cultas que estáis al tanto de la actualidad y sabéis aplicar vuestros conocimientos al mundo en el que vivís.

AL SALIR DEL EXAMEN.
Al salir del examen... ¡adiós examen! Nada de comparar respuestas ni hablar de los exámenes posteriores, sino que relajación y calma. Y optimismo y ganas para los exámenes que queden.




Más o menos estos son los trucos que harán que aprobéis Selectividad, así que con estos consejos, optimismo y un poco de suerte ¡tenéis todo hecho!
Y os lo repito: es fácil aprobar. Así que fuera nervios, creedme que después recordaréis estos momentos con risa...


¡Mucha suerte!

domingo, 3 de junio de 2012

Universidad, una experiencia.

Cuando éramos pequeños, nos imaginábamos la Universidad de mil maneras que, posiblemente, no coincidan con la realidad que estamos conociendo.
Al igual que muchos de vosotros, este ha sido mi primer año de Universidad, un año en el que mi formación ha dado un giro considerable y me ha formado más y mejor como estudiante e incluso como persona. Como estudiante por el nuevo abanico de contenidos que se ha abierto ante mis ojos, nuevas posibilidades que explorar dentro del ámbito que me apasiona (en mi caso, el Periodismo). Como persona porque, al conocer a gente de todos los puntos de España y de todo tipo de ideologías, pensamientos, etc, aprendes a ser más tolerante y más curioso en cuanto a conocer distintos estilos de vida, creencias, opiniones, etc.

Introduciéndome más concretamente en mi carrera, Periodismo, he de decir (y con toda la modestia posible) que a pesar de ser mi primer año he aprendido bastantes cosas, o al menos esa es mi impresión. Desde la esencia de la profesión que siempre ha de conservarse (implicación, búsqueda de fuentes fidedignas, lo humano en la información, etc.) hasta la utilidad de las nuevas tecnologías y las redes sociales en la práctica periodística (capacidad de feedback con los lectores, utilizar lo multimedia para atraer e impactar, etc.). Aunque algunas asignaturas han sido más pesadas, he de reconocer que están bastante relacionadas con mi carrera, al igual que otras asignaturas me han descubierto otras caras del Periodismo que no conocía.
Por otro lado, en este nuevo año he puesto en práctica mis recién adquiridos conocimientos en la revista Be Yourself (en la que escribo reportajes), y lo haré en un futuro muy cercano en el periódico digital Objetivo Periodismo. Estas colaboraciones que hago por el amor al arte me están enseñando bastante, y espero que en un futuro me sirvan para ser una auténtica profesional.

Eso sí, a pesar de lo que creo que estoy aprendiendo en mi primer contacto con la Universidad, he de reconocer que a veces resulta agobiante (sobre todo por el esfuerzo exigido por el Plan Bolonia, del que ya hablamos en una entrada anterior), es decir, que no os creáis que en la Universidad os pasaréis el día jugando al mus y de fiesta, porque eso es una utopía creada por las típicas películas americanas....

Concretamente en mi caso, he de decir que estoy muy orgullosa de los compañeros con los que me ha tocado "convivir" estos 8 meses, pues todos tienen algo que puede aportar al Periodismo y, sobre todo, a la vida. Ojalá en un futuro todos acabemos la carrera sin problemas y podamos trabajar en lo que nos gusta.

Y, por último, animar a todo el que lea esto a que estudie una carrera (si realmente le apetece dedicarse a ello) y a que disfrute de esta experiencia. Por desgracia, cada vez es más costoso acceder a la Universidad, pues las tasas han alcanzado precios desorbitados que no todas las familias pueden pagar (mientras que están disminuyendo las becas de todo tipo). Es una de las cosas que más me indigna del panorama español actual, pues creo que no habría que tocar bajo ningún concepto los pilares del estado de bienestar, aquellos que levantan y levantarán nuestro país: Sanidad y Educación.

Sea como sea, no acepto el pesimismo como animal de compañía, y creo firmemente que la situación evolucionará a un estado más sostenible y beneficioso para todos los españoles y que, por suerte, cada vez más gente tendrá la oportunidad de asistir a la Universidad. Creer no cuesta nada...

jueves, 19 de abril de 2012

Post express: Indignación

Esta es una entrada express, espontánea, nacida de mi conducta (a veces) impulsiva. Las palabras se agolpan en mi pecho, me oprimen la garganta y siento ese peso en el estómago tan incómodo. Sí, necesito escribir esta entrada, por muy fugaz que sea.

Estoy decepcionada. Siento que soy hasta... pesimista. Yo, defensora del optimismo, de la fe y de las personas soñadoras. Yo, la mejor amiga de las utopías (que para mí nunca han existido, pues todo es posible).
Yo... ahora mismo soy una ciudadana hundida.
Estoy decepcionada con España, con mi país.

La situación económica ha ido del mal en peor y la crisis ha llenado las calles españolas de vagabundos y desprovisto a las familias de recursos, de hogar, de paz.
Las cifras de paro no cesan su vertiginoso crecimiento. Los trabajadores aceptan a veces míseros sueldos con tal de conseguir empleo y llevar algo de ingresos a casa. Los autónomos ven como la empresa por la que han luchado toda su vida se desmorona. El INEM se ve desbordado, y los ojos de la gente se ven grises y llorosos.

Socialmente estamos divididos. Ahora mismo, no me siento representada por ningún político. Estoy indignada con el Gobierno, con los altos cargos e incluso con la prensa. También con los sindicatos y con los que anteponen a cualquier cosa sus intereses. En vez de informarnos, disentir y luchar como democracia que somos, nos separamos y peleamos, la desunión reina en nuestro país.

Reinar... suena irónico, ¿no? Nuestro rey, Juan Carlos I, acaba de protagonizar un escándalo (caza de elefantes en Botsuana) en el que no voy a profundizar, y aunque se ha disculpado ante España y mi opinión sobre la monarquía es la misma, reconozco que me duelen bastante estos escándalos de la Casa Real y me gustaría que hubiera más transparencia.

Y por último, la gota que ha colmado el vaso, la llama que me ha encendido: los recortes. Sí, recortes camuflados por los políticos bajo eufemismos como "ajustes", pero recortes al fin y al cabo. Recortes no precisamente realizados sobre sus desorbitados sueldos, ni sobre armamento. Recortes en las bases del estado, en el sustento del país, en educación y sanidad.
Poco queda ya de la sanidad totalmente gratuita, pues la Ministra de Sanidad Ana Mato (y otros políticos) han defendido el copago (a pesar de que el PP en campaña dijo que el tema del copago no estaba sobre la mesa), viéndose obligados los PENSIONISTAS a pagar parte del coste de los medicamentos, por ejemplo.

En educación, España retorna a los 60. Los pupitres estarán más juntos y las aulas hacinadas. El número de alumnos por clase aumentará para ahorrar gastos, lo que significa el despido de profesores. Esto degradará aún más la calidad de la enseñanza, una enseñanza pública y libre por la que se ha luchado tanto a lo largo de la Historia.

Y, como universitaria, hoy he tenido el disgusto de enterarme de los recortes en este ámbito. Los estudiantes ya no pagaremos el 15% de la matrícula (el resto lo paga el Estado), sino del 25%, lo que significa que pagaremos el DOBLE por asistir a la Universidad. Esto implica que cada vez menos personas tengan la posibilidad de estudiar y que la indignación siga apoderándose de los jóvenes y de los ciudadanos en general.


Sí, estoy indignada y antes he estado abatida, reconozco que la situación me supera.
No obstante, no voy a hundirme en la tristeza, y ni mucho menos en la pasividad. Pienso luchar, luchar por lo que creo justo, luchar por mi futuro, luchar por volver a ver a la España que me vio nacer (y no lo que hay ahora).

miércoles, 28 de marzo de 2012

Gallardón explica como ser una "mujer auténtica".

Puede parecer un titular cómico, una parodia, algo inventado. Sin embargo, no se aleja tanto de la realidad como quizá creáis.

Ayer se sembró la polémica en las redes sociales a causa de las declaraciones que el ministro de Justicia emitía en el Senado: "La maternidad libre hace a las mujeres auténticamente mujeres".

Lo cierto es que, al menos hoy, no me voy a adentrar en la cuestión del aborto. Hay personas que lo secundan mientras que otras están en contra. Opiniones necesarias y respetables. Lo que no es necesario ni respetable ni válido es utilizar dudosos, incoherentes e incluso machistas argumentos. Toda opinión bien fundamentada es válida, pero respecto a este tema tan controvertido he escuchado todo tipo cosas.
Lo que tampoco es válido es utilizar el "truco" de alabar hasta la saciedad la maternidad como hace Gallardón. Y, sin duda, lo que no se puede consentir son frases como la "perlita" que hizo arder ayer las redes sociales. ¿Acaso las monjas no son auténticas mujeres? ¿Y cualquier fémina que no tenga hijos tampoco? ¿Yo no soy una auténtica mujer? ¿Qué somos entonces? ¿Especies de transición entre mujer y qué se yo?

Realmente quiero pensar que el señor Gallardón emitió estas palabras a causa de los nervios, intentando defender su causa y confundiéndose de tal forma que hizo que en su boca muriera más de un pez. Quiero pensar que se explicó mal, que trató de destacar la belleza y el valor de la maternidad y la importancia de la mujer como creadora de vida. Quiero pensar muchas cosas, aunque al no ser la primera vez que declaraciones de Alberto Ruiz-Gallardón alimentan el fuego  de la crítica social y por parte de los medios, me da qué pensar. A veces, al abrir un periódico nos encontramos noticias de escaso valor novedoso y de interés público, noticias que reproducen tal cual las palabras emitidas por el político de turno frente a la prensa. Algunos políticos (u otros personajes públicos) realizarán estas controvertidas declaraciones sin darse cuenta (errar es de humanos) o porque es lo que realmente creen y sienten, pero creo que la mayoría se limita a exponer frases descabelladas que causen polémica al instante y mediante el efecto dominó se extiendan como la pólvora en redes sociales como Twitter. ¿Qué importa si esto mancilla su reputación? Su nombre aparece en los hashtags, y eso es lo que cuenta. Hay un Trendin Topic en su honor, ¿qué más da que esté lleno de críticas? Está ahí, visible en la red, difundido de boca en boca y de retweet en retweet, lo que aviva la fama del personaje en cuestión. Lo que importa es que sus palabras han salido en la prensa, y esta a su vez ha llegado a miles de ciudadanos que, enfurecidos, irónicos o desconcertados, no dudan en comentar el "tema del momento". ¿Lo peor? Que la prensa pica, cae en las redes de estas artimañas "busca-fama" y difunde información de dudoso valor periodístico. Y a su vez, los ciudadanos de a pie continúan contribuyendo a la planificada estrategia del protagonista de la polémica: llamar la atención, impactar y no ser olvidado.

Y es que parece que realmente no importa lo que digan de ti mientras escriban bien tu nombre.


Firmado: Lidia.

jueves, 22 de marzo de 2012

#JuevesLaico

Sin duda, para que un país prospere es esencial que se constituya sobre una economía fuerte, una óptima calidad de vida y una política responsable. Pero además de ello, es importante que la sociedad esté regida por los valores del respeto y la tolerancia. Si se desea ser amigo de los derechos fundamentales, estos dos valores han de ser mimados y estar garantizados para todos.

He querido hacer esta introducción para sentar las bases del tema que voy a tratar brevemente: las manifestaciones ateas del Jueves Santo. Sé que es un tema controvertido, pero me parece muy interesante y aún más conocer nuevos puntos de vista sobre él. No obstante, mi opinión de momento no varía y se sitúa en una línea muy clara. Aunque de momento estas manfiestaciones no podrán realizarse debido a una prohibición emitida por el Gobierno, sus propios organizados han explicado que si no se les permite manifestarse, lo harán si es necesario por la vía ilegal. Pese a los muchos fallos de Gobierno, he de decir que en este caso creo que han acertado con dicha prohibición y apoyo su decisión. ¿Por qué? Intentaré explicarlo en pocas palabras. Manifestarse, al igual que hacer huelga (como ya hablamos en la anterior entrada del blog, "Huelga del 29M: el derecho impuesto") es un derecho. Todo ciudadano que quiera manifestarse para defender algo en lo que cree, puede hacerlo. Es más, debe hacerlo. Los ciudadanos debemos analizar el panorama político, debemos protestar de las acciones que no consideramos adecuadas por parte del sistema, debemos disentir y debemos manifestar nuestro rechazo. En eso creo que la mayoría estaremos de acuerdo. No obstante, creo que los derechos deben ejercerse de una manera responsable. Respeto profundamente el deseo de todo ateo que quiera manifestarse para protestar por los beneficios que recibe la Iglesia, es lógico. Pero, ¿es necesario que sea el Jueves Santo?

El Jueves Santo es una de las fiestas más importantes para los católicos, una fecha que, sin duda, marcan en rojo cada año en su calendario. Al igual que todo el mundo tiene derecho a manifestarse, también todas las personas tienen el derecho de la libertad de pensamiento y creencia. A mi parecer, esta manifestación implicaría algo innecesario: enfrentaría a la sociedad, la dividiría aún más. Me parece una auténtica provocación, pues si lo importante de la manifestación es la causa que se defiende, ¿por qué no hacerlo un día cualquiera? Sin duda, para generar polémica y tener más resonancia. Pero si para que la idea que se defiende tenga más eco es necesario ofender, no sé si sirve de mucho que tenga tanto protagonismo. Y uno de los problemas que veo es la confusión entre religión e iglesia. El Jueves Santo está dedicado a la religión, a las personas que tienen fe en Dios, a la creencia en sí. El Jueves Santo no está dedicado a la Iglesia ni contra lo que luchan estas manifestaciones ateas. Los cristianos que celebran el Jueves Santo con ilusión no son culpables de los quizá excesivos privilegios de los que disfruta la Iglesia. Son cosas totalmente independientes. Además, me resulta bastante gracioso que aquellos que tienen o tenían intención de manifestarse celebren la Navidad, Semana Santa, la Virgen del Pilar o cualquier fiesta del calendario cristiano.

Y que quede claro que yo no arremeto contra las manifestaciones como tales y la causa que defienden, sino que critico la forma de llevarlas a cabo, la "necesidad" que parece existir de ocupar el Jueves Santo con dichas protestas y no cualquiera de los 364 días del año restantes.

Por último, aunque sé que no son casos iguales, me gustaría recordar las manifestaciones del 11M contra la reforma laboral, aquel día dedicado para rendir homenaje a las víctimas del fatídico atentado en el que dejaron su vida en las vías del tren cientos de personas. Aquel día en el que debería haber reinado la paz y el silencio, pero de fondo se oían los pitidos y los gritos de los que luchaban contra la reforma laboral. Sé que su intención no era mancillar el recuerdo de las víctimas y que simplemente querían defender lo que creían justo, pero hacerlo el 11 de marzo a pesar de los ruegos de las asociaciones de víctimas me parece de muy mal gusto. ¿A qué se debe esta preferencia por situar ciertas acciones en determinados días? En mi opinión, para atraer flashes, para tener protagonismo y conseguir ser un fenómeno mediático. Así se vio en el 11M, cuando los sindicatos (y no las víctimas) ocuparon las portadas de los periódicos. ¿Qué sucederá en el Jueves Santo? No nos queda demasiado para saberlo...


Hay diversas opiniones sobre este tema y todas son igual de respetables.
La mía es esta. ¿Y la tuya?
Participa en la encuesta y/o escribe un comentario. ¡Tu opinión importa!



Firmado: Lidia.

sábado, 17 de marzo de 2012

Huelga del 29M: el "derecho impuesto"

Pitidos, pancartas, lemas... Estos son los ingredientes del plato que está hirviendo en España.
Una polémica reforma laboral se ha traducido en estos últimos meses en multitudinarias protestas en las calles; calles surcadas por aglomeraciones de personas que muestran su rechazo hacia dicha reforma.

Según sus creadores, el único objetivo de la reforma es crear empleo. Sin embargo, parece que millones de españoles no están de acuerdo. Yo no me incluyo. Siendo franca, he de reconocer que no he analizado a fondo los puntos de la reforma, pero no me parece tan maligna como muchos sostienen. Al menos, no en todos sus puntos. En mi opinión, es importante que se incentive y beneficie también a los empresarios y no sólo a la "clase obrera". El empresario es una figura constantemente desprestigiada y demonizada, parece que al nombrarlo estamos hablando de Botín o millonarios que explotan a sus empleados, pero no es así. También es empresario el dueño de la humilde tienda de comestibles de la esquina. Y, a decir verdad, creo que muchos autónomos se han sentido desamparados en numerosas ocasiones, e incluso han perdido ingresos (o más drásticamente, se han arruinado) porque alguno de sus empleados decidió "chupar del bote" (una expresión que me parece muy fea pero que me veo obligada a decir). No es mi intención exponer durante un largo rato mi postura respecto a la reforma laboral, porque lo cierto es que no se sitúa en ninguno de los extremos. Hay empresarios explotadores y los hay que simplemente desean sacar su negocio adelante honradamente, al igual que hay trabajadores que presionan a sus "jefes" acogiéndose a no se qué leyes y empleados que trabajan adecuadamente para llevar una vida digna. Aunque creo que ya es hora de que se preste atención a empresarios y autónomos, máximos generadores de riqueza en nuestro país, eso no debe en ningún momento degradar los derechos de los trabajadores por los que se ha luchado desde la Revolución Industrial. Simplemente debe constituirse un clima de trabajo adecuado en el que empresario y trabajador mantengan una relación de respeto y ambos sean fieles a sus "contratos": que el empleado realice bien su trabajo y que el empresario le otorgue la remuneración correspondiente.
Oh, inciso... me disculpo. No he podido evitar explayarme un poco al exponer mi opinión. Pero realmente, el tema principal de esta entrada no es la reforma laboral en sí misma, sino la Huelga general del 29 de marzo.Derecho a manifestarse, derecho a hacer huelga, derechos. Es fundamental que estos derechos sean respetados. Los sindicatos convocaron en recientes manifestaciones (realizadas el 11 de marzo, día de conmemoración y recuerdo de las víctimas del atentado terrorista "11-M") una huelga general para el próximo día 29. Me parece perfecto que quien secunde esta huelga, la lleve a cabo. Me parece muy adecuado que quien desee mostrar su rechazo a la reforma laboral decida no ofrecer sus servicios el día 29 de marzo. Me parece correcto que las personas puedan ejercer su derecho a huelga libremente.
Pero, ¿qué sucede con los que no son partidarios de la huelga?
Me desagrada que una huelga general fuerce a todos a realizarla. Hay personas que sí están de acuerdo con la reforma laboral y, por tanto, no quieren manifestar ningún tipo de rechazo hacia la misma por medio de huelgas y manifestaciones. También hay personas que, aunque puede que no apoyen a dicha reforma, no sean partidarios de cesar sus servicios en plena crisis. Hacer huelga supone la pérdida de los ingresos de todo un día, y eso ha de ser una elección libre.

La huelga es un derecho, no una obligación. No obstante, toda persona que elija desempeñar su trabajo el 29M será víctima de recriminaciones, agresiones o desperfectos en su comercio. Por tanto, de una manera o de otra, lo que por definición supone un derecho para toda persona, se transforma en una obligación.

Este panorama se repite con cada huelga general convocada, independientemente de lo que defienda. La cuestión es que no se está respetando la libertad, y realmente es una cuestión de la que se habla poco y que a mí me desagrada enormemente.

Eso hace, a mi parecer, que la causa por la que batalla esta huelga pierda sentido, sea cual sea.


Se reivindican unos derechos mientras se mancillan otros. Paradójicamente real.



Firmado: Lidia.

sábado, 10 de marzo de 2012

Para aquellos que dudan del Periodismo


No es difícil escuchar críticas. Críticas sobre todo y sobre nada. Críticas, al fin y al cabo.
Uno de los temas que parecen más atractivos para convertirlo en víctima de esta práctica es el Periodismo.
Cientos y miles de dardos envenenados se dirigen a la nuca de los periodistas, los únicos que no parecen hacer bien su trabajo.
Muchos identifican la prensa con un agujero negro que absorbe el mundo hacia las cenizas, hacia el polvo, hacia la nada.

Pero, ¿por qué razón la profesión periodística es demonizada?

A pesar de que, si Dios quiere, en un futuro me dedicaré a esta profesión con la que llevo soñando desde que jugaba a las muñecas, he de reconocer que el periodismo se ha ido degradando poco a poco.
En lo que llevo de curso, parece que muchos profesores se empeñan en sacar a relucir los defectos de esta profesión y de augurar un futuro desastroso para aquellos infelices que se atrevan a ejercerla. Sin embargo, aunque no comparto en absoluto esta visión catastrófica y pesimista (ya que, el pesimismo no lo comparto en ninguno de sus estados), hay ciertos puntos que me causan cierta tristeza y nostalgia por aquella época dorada en la que el periodista era "el guardián", un héroe capaz de enfrentarse a las noches de luna llena sediento de información que entregar con satisfación a sus lectores.

Como bien dice uno de mis profesores, muchos periodistas ya no son "cerditos truferos", no patean la calle. Y digo muchos y no todos (por si acaso alguien se ve tentado de generalizar, la práctica más atractiva y equivocada que existe). Pero para qué mentir, Internet nos ha brindado todo tipo de oportundiades y ventajas, pero también ha hecho más comodos los sillones y butacas, consiguiendo que muchos periodistas permanezcan en sus casas recopilando y difundiendo como robots información ya obtenida y masticada por otros. Y, sin duda, esto es un gran error, un periodista no debe encerrarse en el mundo offline y olvidarse de desgastar las suelas de sus zapatos en busca de testimonios reales y cercanos con los que elaborar información de una calidad de cinco estrellas.

Esa tendencia a desarrollar la labor frente a la pantalla de un ordenador ha desprestigiado la profesión, extendiendo la creencia de que los periodistas ya no son activos, que su trabajo apenas tiene utilidad pues son meros recopiladores de información. Qué poca razón tienen esas palabras...
Como ya he repetido centenares de veces, que precisamente la infomación brote como los tréboles en Irlanda a nuestro alrededor no quiere decir que ya estemos informados. Precisamente la importancia de la figura del periodista ve acrecentada su importancia, pues su responsabilidad aumenta al tener que ordenar, analizar, desechar, seleccionar, interpretar y difundir la información que encuentra por todos los rincones de la red y, sobre todo, de la calle.
Además, aunque no cabe duda de que "salir a la calle no está de moda", insisto en que hay que evitar la tendencia a generalizar, pues considero que al hacerlo se está invisibilizando y ofendiendo a aquellos periodistas que sí se implican con lo que hacen, que aman su trabajo y que se entregan en cuerpo y alma en la búsqueda de jugosas noticias de interés general que no sólo informen, sino que alimenten.

No obstante, esta decandencia que parece estar sufriendo el periodismo parece verse paliada por la situación mundial y actual. Ya lo han dicho muchos medios: El 2011 ha sido el año de las revoluciones. Y, coincidiendo con TIME, "el manifestante" ha sido la persona del año. 15-M, la Primavera Árabe o la ocupación de Wall Street son algunos ejemplos del despertar de una sociedad que decide no conformarse con ver como el sistema degrada sus derechos y sale a la calle para protestar por su causa. Ante esto, la figura del periodista se encuentra con la ardua tarea de integrarse en estos movimientos para realmente comprenderlos y transmitirlos al público. El periodismo humano y los corresponsales en países en situaciones alarmantes son algunos ejemplos del "rescate" que puede estar viviendo la profesión. Me explico: ante la figura del periodista autómata que teclea frenéticamente las teclas de su portátil recopilando datos de las agencias de noticias revive la concepción romántica del periodismo, el héroe que sale a las calles y se arriesga para llegar al núcleo del tema, para conseguir la auténtica verdad de los hechos, para recoger experiencias. Creo que esto está lavando de alguna manera la enturbiada imagen de la profesión pues, realmente sin la labor de los periodistas, las luchas de la plaza de Tahrir o las manifestaciones en Sol no traspasarían las fronteras de los países y la causa local no se transformaría en una lucha global.

Por citar algún ejemplo, me gustaría destacar a Marie Colvin, periodista estadounidense que entregó su vida a los disparos y bombardeos de Homs a cambio de contar al mundo las injusticias y horrores que se vivían en la zona.

Lara Logan es otro ejemplo del tradicional "periodista intrépido y valiente", pues no tuvo miedo de viajar a Egipto para informar de la cruda realidad oriental y de la lucha que llevaban a cabo los ciudadanos. Sin embargo, a duras penas pudo ejercer su trabajo, pues sin previo aviso fue atacada por cientos de rebeldes que la violaron masivamente. Tras este horror que vivió la periodista, permaneció cuatro días hospitalizada, aunque las heridas del recuerdo jamás se curarían.

Estos sólo son algunos ejemplos de periodistas que arriesgan su vida por conocer mejor el mundo y poder enseñárnoslo a todos. ¿Merecen, por tanto, que se desprestigie, critique y demonice la profesión por la que han entregado su vida y su alma?

Por tanto, aunque solamente existiera en el mundo un sólo periodista que se recorre las calles y se expone a multitud de peligros; sólo por él, hay que guardar el máximo respeto hacia esta profesión. Un poco de empatía y sentido común, por favor.





Firmado: Lidia

lunes, 5 de marzo de 2012

Aunque resulte difícil de creer, hay razones para creer.


Día 5 de marzo de 2012. A primera vista, un día corriente y rutinario en la vida de una estudiante como yo. Y del dueño del bar de la esquina. Y del taxista que siempre te saluda. Y del niño que está deseando llegar al colegio a jugar. Un día cualquiera.
Entre legañas y bostezos, he llegado al metro como todas las mañanas para dirigirme a la Universidad, cuando al abrir el periódico "Qué" que me dan en la boca del metro, algo me ha despertado, dejándome lejos de las musarañas. El periódico incluía un suplemento titulado "Razones para creer".En Tuenti, Twitter y otras redes sociales ya había leído algo sobre el hashtag #razonesparacreer  promovido por CocaCola, aunque nunca supe muy bien de que trataba el asunto.
Al comenzar la lectura, no he podido quedar más asombrada y encantada. El anciano sentado frente a mí en el metro ha tenido que pensar que estaba loca: tan sólo las 8 de la mañana y yo sonriendo como una tonta.
En él se contaban miles de historias sobre personas que dedican su vida a ayudar a los demás de forma desinteresada. Parece algo propio de cuentos y utopías, y más aún en el descontrolado y caprichoso mundo en el que vivimos. Sin embargo, todo es absolutamente cierto.

 Desde un dentista que todos los años cierra su clínica dos semanas para viajar a África y ofrecer allí sus servicios gratuitamente (en países del tercer mundo, las personas mueren por tener desastrosos problemas bucales que en nuestro país solucionamos de forma rutinaria), hasta una peluquera que peina, maquilla y aconseja a parados que se disponen a acudir a una entrevista de trabajo (gratis, sí).
Un grupo de médicos abre un bar ("Turkana") cuyos beneficios van destinados a actividades como crear un club de fútbol para niños sin recursos. Una madre coraje consigue recaudar el dinero necesario para operar a su hijo. Una universitaria prepara todas las semanas actividades para ancianos y personas con problemas psíquicos. Y así, cientos de historias más, cientos de razones para creer.

Ante esta iniciativa (que a mí me parece estupenda), no han tardado en llover las críticas (sin ni siquiera tomarse la molestia de informarse). "No os creáis nada, #razonesparacreer es simplemente una estrategia de marketing de CocaCola para incrementar sus ventas". No cabe duda que es una estrategia de marketing: toda empresa tiene que luchar e innovar para incrementar sus beneficios. Pero, ¿acaso eso es malo? Mientras algunas empresas acrecentan sus beneficios explotando a sus trabajadores (no me meto en la política de CocaCola respecto a eso, la desconozco y no me pagan por ser su defensora), en este caso se ha realizado mediante la difusión de mensajes de esperanza, mostrando a la sociedad encantadoras historias reales. En una etapa en la que vivimos, en la que la crisis asfixia a millones de personas y les hace caer en la desesperanza, nos parece imposible pensar que no todo está perdido, lo que hace que nos hundamos todavía más en la tristeza, la desesperación y el pesimismo. Y ya hablando en términos periodísticos, creo que tenemos el deber de difundir estos casos de gente que ofrece su tiempo y dedicación a otros, que lucha por constituir un mundo mejor. No todo es de color negro, la realidad no es tan maligna, y nuestro deber es mostrar la realidad tal como es, también sus partes buenas.





Y sé que mucha gente me dirá: "Es fácil hablar de esa manera tan optimista, pero pregúntale a los mendigos de la calle, a las mujeres maltratadas, a los niños tercermundistas..."Por suerte, he nacido en el seno de una familia que me quiere, en una vivienda con agua potable y caliente, y dispongo de algo que cenar todos los días. Por eso, me resulta más sencillo intentar ver las cosas buenas de la vida que a personas que viven en condiciones paupérrimas. Pero, ¿sabéis qué? No me lo tomaré como una crítica. Precisamente por eso, porque de momento tengo fuerza y entusiasmo por vivir, me dedicaré con más ganas a difundir mensajes de optimismo y a intentar ayudar en la medida que pueda al mundo. Y los pesimistas que tratan de buscarle los tres pies al gato, el ingrediente malévolo a toda iniciativa, que nos califican a los optimistas de utópicos: no solucionáis nada. Permanecéis estáticos. ¿De qué os sirve? Criticar, criticar y criticar al mundo. Vivir huraños y malhumorados. Despertad ya de ese letargo, intentad ayudar en lo que podáis, desde gestos tan pequeños como jugar con vuestros hermanos, dedicarle una sonrisa a vuestra madre, decirle a una compañera que se ha levantado muy guapa o saludar alegremente a ese vecino serio. Son pequeños gestos que pueden hacer mucho. Si la vida se empeña en fastidiaros, llevadle la contraria. Os asombraréis de la respuesta.




La duración de la vida no la elegís, pero sí podéis decidir cómo vivirla.
¿Por qué no hacerlo bien?
¿Por qué no creer?

Piénsalo. No recuerdes sólo el paro, la pobreza, la violencia o el racismo. Piensa en el amor, en la tolerancia, en la amistad. Piensa en las parejas que acaban de comenzar, y no en las que rompen. Piensa en las lágrimas de alegría al recibir a un ser querido, y no en las que se derraman cuando alguien nos deja. Piensa en los perros que guían a sus ciegos amos, y no en los maltratados. Piensa en los niños que hacern felices a otros compartiendo sus juguetes, y no en el bullyng.
Y con esto, no digo que cerréis los ojos porque sea más cómodo no ver los problemas. No hay que dejarlos de lado, hay que solucionarlos luchando precisamente para que todo el mundo tenga la posibilidad de sonreír, como mínimo, 10 veces al día.



Firmado: Lidia.

viernes, 2 de marzo de 2012

Tengo una carta para Wert.


Señor José Ignacio Wert, ministro de Educación, Cultura y Deporte:

Buenas tardes. Mi nombre es Lidia y soy una ciudadana de España, dirigiéndome a usted para relatarle y explicarle mi preocupación respecto a ciertos temas que competen a mi país. Sé que estará sumamente ocupado, pero quizá encuentre unos momentos para dedicarlos a la lectura de esta carta, que creo que puede interesarle en gran medida.
No cabe duda de que usted es una auténtica figura mediática, un personaje que ha causado polémica y controversia. No le digo que eso sea malo, pues lo que está claro que usted no ha dejado indiferente desde su llegada al puesto de ministro de Educación, Cultura y Deporte. De hecho, me gustaría dejar claro que en estas líneas no voy a centrarme en su figura ni en sus problemas con ciertos sectores de la sociedad. Simplemente me dedicaré a ofrecerle mi punto de vista sobre una serie de cuestiones actuales que afectan a España en estos críticos momentos de crisis e intentar hacerle reflexionar sobre temas que me parecen bastante relevantes para todo habitante de este país, incluido usted.

En primer lugar, me gustaría realizarle una pregunta. ¿Qué cree usted que piensan los extranjeros al escuchar la mención de España? Y, ¿qué le gustaría que se les viniera a la cabeza?
Sí, me refiero a la imagen de España, pero no tanto la imagen actual de país en crisis y casa de abismales cifras de parados, sino la imagen cultural, enigmática y simbólica de nuestro país.
Le diré algo que creo que le va a alegrar: los toros. La tauromaquia es para algunos un arte, mientras que sus opositores engalanan el vocablo con adjetivos como "macabra", "horrorosa" y "salvaje". Mi opinión se sitúa, podríamos decir, "en la mitad del riachuelo". Ni me parece algo digno de ser alabado, ni soy tan extremista como los que la rechazan. Eso sí, he de decir que mi punto de vista es más cercano a estos últimos. Le podría enunciar cientos de argumentos en contra de la tauromaquia, pero supongo que los habrá oído miles, millones y billones de veces. Sin embargo, a diferencia de usted, no me siento demasiado orgullosa de que cada vez que deje atrás la frontera española, los extranjeros me identifiquen con un "deporte" que ni comparto ni aprecio, sino que me parece más tortura que otra cosa. El toreo es una cosa, pero la muerte que sufren los toros es otra bien distinta. Aun así, le repito: no le escribo para hablarle de mis gustos, sino que tengo otro fin.
Como bien he podido comprobar con algunas declaraciones sobre los toros, usted se incluye en el primer grupo de personas, en la "bolsa" de los amantes de esta práctica (o al menos no la observa con disgusto). La verdad, entiendo que sienta cierta simpatía hacia ella. Al fin y al cabo, usted y la tauromaquia tienen más cosas en común de lo que cree: ninguno de los dos deja indiferente. Y ambos son como una bomba que, cuando explota, genera todo un estallido de críticas, ya sean para favorables o contrarias. Sin embargo, antes de continuar me gustaría dejar clara una cosa: respeto profundamente tanto a los que la defienden como a los opositores, pero sólo a aquellos que lo hagan porque realmente lo crean y lo sientan así. Hay personas que muestran su rechazo hacia la tauromaquia por el palpable sufrimiento de los animales, pero creo que otras personas (como los independentistas) se aferran a cualquier cosa que pueda ir en contra del símbolo de España (que, muy a mi pesar, tiene mucho que ver precisamente con los toros). Atacando a este símbolo, se pueden intentar conseguir toda clase de fines políticos. Como breve ejemplo cito a Cataluña, dónde muchos habitantes manifestaron a gritos su rechazo hasta conseguir la prohibición de dicho "deporte". Sin embargo, no olvidemos que sigue vigente la todavía más degrimante práctica del "toro embolado". Y en otros muchos lugares otras torturas animales como las peleas de gallos. Por tanto, sólo quiero decir que se debe luchar por una causa por la que se crea de verdad, siendo coherente con lo que se dice, piensa y prohíbe.
Tras esta aclaración que creía necesaria, me referiré concretamente a los recientes sucesos que han puesto de nuevo sobre la mesa el debate taurino. Usted ha proclamado a los cuatro (y cinco) vientos su opinión sobre la tauromaquia, y ha decidido que se debe invertir en ella. Y es este punto en el que discrepo totalmente con su pensamiento. Hay que invertir en cultura pero, ¿son los toros cultura? Yo no lo creo así. Respeto a los que adoran los ruedos, pero no concibo que se le llame cultura. Espectáculo, sí. Para algunos un heroico espectáculo, mientras que para otros, macabro. Pero espectáculo al fin y al cabo. Y usted debe encargarse de contribuir a engrandecer la cultura española, no el espectáculo. Usted no debería imponer este espectáculo a todos los españoles, pues puede que quizá no todos deseemos que se financie con nuestro dinero ni que los extranjeros "nos metan en el mismo saco" a todos. Por contra, no creo que cualquier persona que ame la cultura rechace la idea de invertir ese dinero en museos o bibliotecas. ¿O acaso usted duda de que los libros y el arte sean cultura? Creo que en eso no hay divergencia de opiniones. Y creo que debería replantearse esa idea. Usted dice que el toreo es un arte, pero yo le digo que lo son el barroco o el impresionismo. Yo le digo que para la formación cultural de cualquier ciudadano es más provechoso alimentarse de las líneas de Cervantes y ver cara a cara un cuadro de Tiziano. Los propios museos mostraron recientemente su necesidad de financiación, llegando a recurrir a manos privadas. ¿No debería el Gobierno ser el encargado de garantizar que la cultura española subsista y no se degrade? ¿No le parece que debemos cuidar el museo que ha engendrado una copia de una de las imágenes más icónicas de la Historia, la "Giocconda" de Da Vinci?
En mi opinión, creo que usted debería dejar de lidiar contra los opositores del mundo taurino y ocuparse de sus obligaciones: invertir en cultura, cuidar la cultura y ofrecer la cultura para todos.
Y, la verdad, adentrándome en el debate sobre la "nación española", como ciudadana de mi país me gustaría que cada vez que viaje y diga el lugar de dónde vengo, se identifique a mi hogar con la cuna de Velázquez y Goya, y no con un paisaje de ruedos ensangrentados.

Por último, y permanenciendo en la temática que le compete (la cultura), me gustaría hablarle sobre un último tema antes de nuestra despedida. Justamente ayer entró en vigor la "ley Sinde Wert" que tantos halagos y críticas negativas ha despertado. Con el cierre de Megaupload se abrió otro interesante debate sobre la cultura libre en Internet, por lo que no pretendo extenderme demasiado pues mi opinión es la misma referente a ambos temas. Usted justifica la censura (pues no tiene otro nombre) de contenidos por favorecer a la innovación de los artistas y creadores de cultura. Pero creo que no le ha quedado un concepto claro: la cultura es de todos. Por mucho que intente negarlo, la cultura es un producto, un producto que debe estar al alcance y disfrute de todas las personas que se alimentan de ese producto llamado "cultura". La cultura es libre desde el momento en que se crea pues, ¿si no para qué se elabora? Como vivimos en el "Universo 2.0", la difusión de la cultura es todavía más sencilla y fácil de llevar a cabo, y que estos contenidos se difundan masivamente no es más que una ventaja. Si usted no permite que estos contenidos permanezcan en la red con la excusa de favorecer la propiedad intelectual, no está haciendo más que alejar la cultura de la sociedad, permitiendo su disfrute sólo a los más pudientes en detrimento del resto de las personas. La cultura ha de ser vista como un bien que debe ser compartido. Cultura es desde unas líneas de la pluma de Larra hasta la entrada en Facebook de alguien al que le gusta escribir. Y, para garantizar su subsistencia y éxito, no hay que guardarla en botes de conserva para siempre, aislada del mundo, sino mostrarla y permitir que todos se empapen de ella.

Creo que he dejado claras las ideas que más me interesaba que usted considerara, y me gustaría que reflexionara sobre ello dejando a un lado todo tipo de tinte ideológico. No piense como político, piense como persona. Piense sobre las necesidades de su país, sobre lo favorable que resulta una extensión para todos del conocimiento y una imagen de España que destaque la labor de artistas y científicos que se han esforzado por contribuir en labrar su país. Busque unos minutos entre sus informes y comparecencias ante la prensa, y dedíquese a pensar. Y no por mí ni por usted, sino por España.



Firmado: Lidia.

jueves, 23 de febrero de 2012

- Educación a la boloñesa - ¡Marchando!

Hay distintos tipos de palabras. Palabras bienvenidas, y otras que más bien deseas tener lejos. Palabras que te generan confianza. Palabras que te inspiran respeto. Palabras que te hacen sonreír. Palabras que hacen que tu cuerpo se estremezca. Palabras.
Pero, de lo que no cabe duda, es que existen palabras que no te dejan indiferente. Bolonia es una de ellas.

Tanto las ventajas como las peores características del "Plan Bolonia" han sido emitidas y repetidas por miles de labios, ya sean los de sus más ardientes defensores y seguidores como de los que rechazan este método de enseñanza por encima de todo. Sé que no está bien emplear extremos, pero en este caso los hay. Desde que la palabra "Bolonia" comenzó a asomarse timídamente para acabar mirando a los ojos a la educación española, miles de opositores han luchado contra este sistema, a la vez que otros lo han alabado como si de un dios griego se tratara.

Pero, ¿qué es realmente Bolonia?La típica definición de Wikipedia explica este concepto como un nuevo método de enseñanza nacido de un acuerdo entre los ministros de educación de diversos países (la mayoría europeos) en la ciudad italiana de Bolonia.

La definición, todo lo ornamentada que deseemos, puede resultar bastante atractiva. Un nuevo plan de educación. Mmmm... bien, se está innovando en educación.
Pero, ¿cómo se aplica?Aunque seguramente ya lo hayáis leído en 2340 lugares (con este 2341), el Plan Bolonia se caracteriza sobre todo por la participación del alumno, por el feedback entre el profesor y el pupilo. Nada quedaría del tradicional método de enseñanza en la que los jóvenes asistían en clase para escuchar (dormir) ante el discurso a modo de monólogo del profesor. Además, el alumno pasa de "jugarse" todo a una sola carta (los exámenes), a poder recibir una calificación por su trabajo diario, por esa participación de la que hemos hablado y por multitud de tareas que el profesor considere oportuno encomendar al aprendiz.
Por último y a grandes rasgos, el Plan Bolonia propone desarrollar una Universidad "más internacional", favoreciendo los intercambios y la concesión de becas Erasmus, y constituyendo un entorno para el alumno basado en la convergencia de idiomas, culturas y experiencias.

Dicho así, Bolonia parece el antídoto a las eternas y aburridas clases en las que los alumnos son meros oyentes, un sistema arcaico, anticuado y rancio en el que la memorización es la que decide el nivel del estudiante. Con Bolonia, la promesa consiste en una preparación más completa para los alumnos, que serán agentes activos capaces de interpretar la información ofrecida por el profesor y sacarle el máximo partido posible para aplicar los conocimientos al mundo laboral. Sin embargo, el sistema de créditos que Bolonia propone no es ni mucho menos accesible para todo el mundo, pues el precio de dichos créditos se encarece progresivamente. Por otra parte, los principales opositores a este sistema critican una supuesta "mercantilización" de la Universidad pública, que cada vez es menos Universidad y pasa a ser una máquina de multitud de engranajes que trabajan para satisfacer las necesidades del mercado.


Toda esta información puede resultar interesante o no, pero lo que está claro es que en cualquier libro, web, foro o blog podéis encontrarla. 2341 son pocos comparados con los rincones en los que el vocablo "Bolonia" es protagonista. Sin embargo, lo verdaderamente interesante es conocer las consecuencias de la aplicación de este sistema. ¿Cómo es la educación con el Plan Bolonia? ¿Realmente es beneficiosa para el rendimiento de los alumnos? ¿Resulta fácil de aplicar en todas las Universidades? ¿Es cómoda o desgasta más al profesorado?

Miles de preguntan se ciernen sobre nuestras mentes, pero aquellos que experimentan/viven/disfrutan/sufren las características de este método educativo "en sus propias carnes" pueden contestarlas mejor que nadie.


Los estudiantes hablan:

"La tendencia hacia la globalización tarde o temprano tenía que llegar a los estudios, y el resultado es el plan Bolonia.
En mi opinión es bueno por que se fomenta la participación en clase, el esfuerzo diario, y el trabajo en casa, también el discurrir sobre los temas de las asignaturas, alejándonos de la típica clase en la que el profesor habla y los alumnos escuchan. Aunque para mi se tiene demasiado en cuenta la participación, ya que cuenta con un porcentaje muy alto en la nota,( yo he estado a punto de suspender una asignatura por no haber participado en clase teniendo los exámenes aprobados). También me parece bien que se fomenten los intercambios y Erasmus.
Por otro lado no veo bien que se cuente la asistencia, ya que lo que se consigue con esto es infantilizar la universidad. Tampoco estoy de acuerdo con la manera de evaluar, se le da muchísima importancia a las prácticas de clase, teniendo muchas veces el mismo valor que los exámenes. Se supone que estamos en un sistema de evaluación continua pero tenemos un mínimo para hacer media con los demás exámenes, por lo que seguimos jugándonos todo a un examen, ya que si en uno no sacas el mínimo, tienes suspensa esa asignatura por mucho que mejores en los demás exámenes."
Luis Prada, Estudiante de Derecho y ADE (Universidad Rey Juan Carlos, Móstoles)

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"Bolonia es un intento de igualar la educación universitaria a nivel de la UE, un ideal realmente increible y muy loable. Pero la realidad es otra, una sociedad como la española en la que hace relativamente poco la Universidad era un gran priveligio, así como la educación en general no está al nivel de otro países europeos donde esta ha tenido mayor relevancia y un enfoque más certero hacia el humanismo y la ciencia que la española. Todo esto bajo mi criterio, pero para mi Bolonia ha sido como querer avanzar más de lo posible, debido a que para que Bolonia fuera una realidad la educación en todos los niveles debería ser equiparable algo que el informe PISA muestra con bastante claridad. La idea de Bolonia me gusta, la realidad de su aplicación, las implicaciones económicas posteriores y la frivolidad con la que se creyó que España podía dar un salto así no tanto."José David Pérez, Estudiante de Periodismo (Universidad Carlos III, Getafe)

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"Personalmente, estoy en contra del plan Bolonia. En primer lugar, no somos un artículo de la tienda capitalista, donde nos puedan manejar a su antojo y conveniencia. Somos estudiantes y, por tanto venimos a estudiar, y no a que jueguen con nuestro futuro. La educación no es una empresa, es el futuro de una sociedad, debemos invertir en ella y no dejarnos vender al mejor postor para que haga su negocio. Con inversión me refiero a la hora de conceder becas (difíciles de conseguir y mal distribuidas), ingresar fondos para materiales, recursos, etc. Además, creo que no hay ventajas claras en él: nos limitan mucho en los estudios y pretenden intervenir en campos en los que no tienen competencia. Uno de los casos más concretos es en la Prueba de Acceso a la Universidad, donde parece que tienes que jugar con la Prueba Específica para obtener una combinación beneficiosa a fin de entrar en la carrera que deseas.
El Estado y la educación deben tomar caminos distintos, cada uno dentro de su ámbito: son los profesores los que saben que cambios o reformas deben llevarse a cargo para el bienestar de la educación, a fin de cuentas, son ellos los que nos forman y los responsables de potenciar nuestras cualidades de cara a nuestro futuro. El Gobierno debería limitarse a las meras funciones de inversión de fondos, estudio de las solicitaciones de becas, ayudas para los menos afortunados económicamente o para los estudiantes honoríficos…En definitiva, centrarse en lo económico, que para la educación tenemos profesionales perfectamente cualificados y entendidos del tema."


Alejandra, Estudiante de Pedagogía (Universidad Complutense, Madrid)--------------------------------------------------

"Creo que es una buena idea, pero mal aplicada en la práctica, debido a que la implantación se ha hecho muy rápido y con poca planificación por nuestra parte (España). No obstante, todo lo que sea homogeneizar y formar una Europa más fuerte creo que es algo muy positivo, si se hace bien, claro. Y la educación es una parte fundamental de Europa, sobre todo de su futuro. Me gusta en particular la centralización en el alumno, el fomento de su participación y no sólo su papel como un mero oyente, una "esponja" de conocimientos. Generar habilidades y capacidades es más fácil con Bolonia. El precio más alto lo veo justificado, para desincentivar comportamientos ineficientes para todos, como estar 8 años en una Licenciatura, que hay muchos así. Un sitio en la Universidad cuesta alrededor de 6000€, de los cuáles la Administración paga alrededor del 85-90%. Un dinero que nos cuesta a todos y que se derrocha. Todo lo que sea incentivar que se trabaje más (si te atacan al bolsillo) es bueno a medio y largo plazo. Ahora bien, la política de becas está mal planteada y ahora peor, por obligación. Finalmente, un inconveniente que sí que veo es la reducción a 4 años. ¿Cómo se reducen de 5 a 4 años sin aumentar las horas? Por mucho que lo digan pedagogos y políticos, es un "truco" raro que han hecho. La posible solución, el Bachillerato de 3 años. 5 de Carrera + 2 Bach. = 4 de Carrera + 3 Bach. Las mates no fallan!"Aitor Encinar, Estudiante de ADE (Universidad Rey Juan Carlos, Vicálvaro)

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"El Plan Bolonia, como todo, tiene sus pros y sus contras. Por un lado me parece bien que las carreras pasen a ser todas de cuatro años, sin diferencias de diplomaturas y licenciaturas, y la simplificación general de su estructura, así como la unificación de la enseñanza a nivel europeo. En lo que ya discrepo del plan es ese "sacrificio" que requiere el grado: antes tenías la opción de disfrutar más con lo que estabas estudiando, ya que era la profesión que te gustaba y a la que más tiempo y espacio te daban para dedicarle. Ahora, con el feedback constante que implica Bolonia entre profesor y alumno, las prácticas constantes y la implicación máxima conllevan a que un estudiante, por más que ame su carrera, se encuentre sobresaturado de trabajo diario, con poca opción de gozar de aquello que ha querido estudiar. Con esto se maximizará el rendimiento, sí, pero a costa del bienestar del alumno."Elisabet Borikó, Estudiante de Periodismo (Universidad Carlos III, Getafe)

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"El Plan Bolonia es el sueño de todo empresario, un intento más, esta vez exitoso de hacer negocio de la enseñanza.
Con la excusa de "internacionalizacion" y de la convergencia europea, aprovechan para cobrarnos tasas desproporcionada por una educación que, para empezar, debería ser completamente gratuita.
Se llenan la boca con estas bonita palabras, y mientras elitizan la enseñanza superior, dejando a las clases bajas lejos del alcance de una educación de calidad. Su arma más poderosa en esto son los nuevos Master, al alcance solo de quien pueda pagarlos, constituyen la única opción de acceder al mercado laboral, ya que la enseñanza impartida en el grado, esta centrada en un contenido meramente "general", destinando la especialización y las habilidades realmente útiles a las enseñanzas posteriores (Master y Doctorado).
Así una vez más, la educación es controlada por la clase dirigente, y solo una élite de personas afortunadas o, en su defecto, con dinero podrán disfrutar del futuro y la dignidad que todo el mundo merece por derecho."
Jorge Herrador, Estudiante de Derecho y ADE (Universidad Carlos III, Getafe)

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"Bolonia fue un mal plan desde el principio. Quizá no por su estructura ni sus pretensiones, pero sí por los recursos que consume. Queda visto que en diversos países europeos es una medida de educación que triunfa, ya que es más personalizada y el alumno logra comprender la asignatura que cursa en su totalidad. Pero en España esta medida ha sido implantada cuando no estábamos preparados para ellos. No tenemos ni recursos ni dinero suficientes como para costearnos esta medida, además de los valores que tienen los jóvenes españoles de la educación. No podíamos (ni podemos) permitirnos el lujo de poner clases de 40 alumnos en las universidades, ni de pagar más profesores ni de convertir a los estudiantes en niños de primaria que hacen deberes como monos amaestrados, sencillamente porque nuestros valores (y financiación obviamente) son diferentes a otros países europeos. Intenten convencer a cualquier universitario de que estudiar no es su derecho, es su privilegio. Un joven universitario español paga de media un 10% de su educación, y sólo de ese presupuesto queremos sacar todo un plan que abarque a todas las universidades españolas, y eso da como resultado algo que estoy viviendo en mis propias carnes: aulas abarrotadas, profesores incapaces de dar clase, suplencias que no se cumplen.... Señores, un poquito de seriedad a la hora de equipararnos con países más a la alza que nosotros, por favor y gracias."Elena Fernández, Estudiante de Periodismo (Universidad Rey Juan Carlos, Fuenlabrada)------------------------------------------------------------------

"Creo que el Plan Bolonia puede tener tanto su lado positivo como negativo. Realmente es un método con el que hay que trabajar mucho mas duro, tiene determinadas medidas incoherentes e ilogicas, como el hecho de tener que participar en clase para poder aprobar una asignatura, la excesiva preocupacion y, en ocasiones, falta de libertad a la que se somete a los alumnos con la asistencia a clase, y el exceso de trabajo diario obligatorio. En cambio, por otro lado ese trabajo es el que hace que el alumno practique diariamente y así tenga mas facilidades a la hora de aprobar, no dejando que su nota dependa unicamente de un examen final. Ademas, con Bolonia aumentan las posibilidades de trabajo en el extranjero, ya que es un modelo establecido a nivel de toda Europa, por lo que en un futuro podría beneficiarnos. Por tanto, creo que este modelo puede ser de alguna manera beneficioso para nosotros, pero pienso que habria aspectos y medidas que se tendrian que modificar. El año que viene cuando empiece la universidad ya se verá cómo marcha este plan, y veremos si mi opinion al respecto sigue siendo la misma..."Jorge Abad, Estudiante de 2º de Bachillerato de Sociales (Futuro universitario).

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Como habréis podido comprobar, opiniones hay de todos los gustos y colores. Hay estudiantes "boloñeses" que están bastante contentos con este método aplicado a sus estudios, mientras que otros opinan que sería mejor sustituirlo por otro o al menos cambair bastantes aspectos. Otros se sitúan en una posición más amplia y equilibran sus ventajas e inconvenientes, coincidiendo en que Bolonia como proyecto resulta bastante atractivo, pero su puesta en escena presenta bastantes dificultades y problemas que es necesario paliar.
Sea como sea, de momento es el sistema que rige la educación española, por lo que debemos intentar sacarle el mayor provecho posible pero sin olvidar propuestas de calidad para que mejore y se adapte a nuestras necesidades.

Yo opino, ellos opinan... ¿Y tú?

¿Tú qué opinas?




Firmado: Lidia.